HUNGRÍA (HUNGARY): BUDAPEST (ERASMUS)

           Sé que el principal motivo de este blog es hablar de viajes y sitios que visitar y demás, pero con motivo del Erasmus a Györ (Hungría), creo que se merece recopilar las anécdotas de una etapa como esta.

           En primer lugar, las cuatro acaloradas y agotadoras horas en coche desde León hasta Madrid, en compañía de mis padres, que querían despedirse de mi en el aeropuerto. Y como dirían todas las madres: ¿Llevas...? Y en esos puntos suspensivos, una lista infinita de cosas que se encuentran repartidas entre las dos maletas de 19kg y 23 kg, y la mochila que llevarás contigo en el avión.

NOTA: Aclaración importante, puesto que la mayoría de las compañías hoy en día ponen unos límites máximos bajos en lo que a estas ocasiones se refiere, y para Budapest no había muchos vuelos directos (por no decir que sólo uno y que todos los demás eran con transbordo), hemos volado en WizzAir y la verdad, es que la experiencia es totalmente buena: Compañía de bajo coste pero con buenos precios y amplia variedad en cuando a peso de equipaje se refiere (30kg. máximo por maleta). Los billetes los sacamos por Internet a través de eDreams.
En cuanto a lo que al alojamiento se refiere, decidimos pasar dos noches en Budapest antes de ir a Györ e instalarnos allí, y vimos que dos noches en Budapest en un hotel, era muy caro, así que se nos ocurrió mirar en Wimdu, pero tras pasar por una mala experiencia (nos cancelaron la reserva dos semanas antes de irnos porque "alguien había reservado antes que nosotros" a pesar de que nuestra reserva fuese de un mes atrás) y hablando con un amigo, descubrimos Airbnb y a partir de ahí encontramos un piso perfecto para dos: 2 habitaciones, una cocina, baño y en el Sur del centro de Budapest. Nos costaron dos noches 70€ entre los dos, dos noches. Es decir, 35€ cada uno las dos noches. La casera es una chica joven, muy simpática. Pocos minutos antes de pasar los controles de seguridad del aeropuerto, me mandó un email diciéndome que podía organizar nuestra recogida en el aeropuerto de Budapest y por sólo 4700HUF y que estaría alguien con un cartel con mi nombre (florines húngaros, unos 15€. Los dos). Lo normal suele ser que no baje de los 25€ si os van a recoger o en el caso del taxi, hay que negociar precios, pero suele sondar más o menos por el segundo que os he dicho
Por si os queréis poner en contacto con ella, su nombre es Helga.

           Una vez en la terminal del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (T1 en este caso) comienzan los encuentros con el otro compañero Erasmus, y te das cuenta de que todos los padres son iguales y todas las madres también. Ellos tan "fríos" y ellas tan preocupadas de que su hijo/a se va un año.
Tras esperar una hora en la cola para facturar las maletas, llega ese odiado momento que mucho prefieren pasar por alto lo antes posible: la despedida. Seguro que muchos de vosotros (los que ya habéis estado de Erasmus o trabajando fuera) y muchos de nosotros (los que nos vamos en un par de semanas o los que nos acabamos de ir), habéis tenido las semanas más ajetreadas de vuestras vidas.
¡Qué exámenes ni qué narices! Las despedidas son mucho peor, porque te quieres despedir de todo el mundo, pasando el mayor y mejor tiempo posible con ellos y al mismo tiempo tienes que preparar la maleta para todo un año y que no se te olvide nada de nada. Aunque después de todo, los que de verdad importan y valen la pena, seguirán ahí aunque no les veas antes de irte.
Y con un abrazo que casi te corta la respiración, te despides de tus padres y te das cuenta de que es real, que te vas de Erasmus después de un año de papeleo y trámites.

           El resto creo que lo conocéis: buscar la puerta de embarque y a esperar.
Resultó que no éramos los únicos estudiantes Erasmus en el avión, sino que iban otros 9 más (por lo menos eso vimos en grupo) pero la diferencia es que ellos se quedaban en Budapest, mientras que nosotros no.

           Cuando llegamos al aeropuerto de Budapest, cogimos las maletas de la cinta y nos dirigimos a la salida, a ver si encontrábamos a alguien con un cartel que pusiera "RAQUEL". No lo encontramos, de hecho, estuvimos una hora allí y nadie tenía un cartel con ese nombre.
Tras 2 ó 3 llamadas perdidas, apareció el susodicho, y se puso a hablarnos en inglés con acento húngaro. Muy extraño. De hecho, soltaba alguna que otra palabra en húngaro y a veces en alemán.
Nos preguntó que si alguno de nosotros hablábamos alemán y maldito el momento en que dije que un poco, más que nada porque el trayecto desde el aeropuerto hasta el piso, fue hablando en alemán y mientras entendía lo que podía y como podía.

           Una vez en el portal del piso, nos dimos cuenta de que el único fallo era que no tenía ascensor, por lo que subir cuatro maletas pesadísimas un piso entero, no fue muy agradable. Y sin hacer ruido, que a la 1am la gente ya estaba durmiendo.

           Y aquí estaba yo, a punto de irme a dormir para madrugar y ver una hermosa ciudad, pero pensé: Bueno, voy a escribir lo de hoy.

Así que con esto me despido hasta la próxima entrada. Y recordad: hablantes de alemán, vuestro lugar está aquí; y no os olvidéis de marcar la opción de piso con ascensor en el buscador para evitar dolores de espalda.

Como dirían aquí, viszlát!

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